¡Hola a todos!
Hace tiempo que Mª Mar me
preguntó si me interesaba colaborar con la asociación, y a pesar de parecerme
muy buena idea, y de haberle dicho que si, hasta ahora no he sido capaz de
escribir nada. Se hace difícil y algo duro expresar ciertas cosas… pero esta
mañana por fin me he decidido.
Bueno, voy a presentarme para que
me conozcáis y espero que así entendáis lo que os decía. Me llamo Beatriz,
tengo 28 años, pertenezco a la asociación desde hace unos meses, y soy fisioterapeuta.
Hace 2 años y medio que comencé a
tener dolores de tripa muy fuertes, a perder peso, a encontrarme mal, muy
cansada, con fiebre, diarrea… y después
de dar muchas vueltas (no os voy a aburrir, porque es lo mismo que os habrá
pasado a muchos de vosotros), me diagnosticaron
E.Crohn. Me ha costado
acostumbrarme a vivir con la enfermedad, porque ya sabéis que es muy
caprichosa: quiero decir que, cuando estás empezando a encontrarte mejor,
cuando empiezan a controlarte la medicación… el “bicho” (así le llamo yo) se
revuelve y el dolor vuelve a aparecer… Muchos de vosotros ya habréis pasado esto,
otros lo estáreis pasando ahora… Está es mi lucha desde hace dos años: encontrar
la medicación adecuada.
El caso es que, hace ahora poco
más de un año, tuve un accidente de tráfico. Tras el golpe, pues lo típico: me
dolía el cuello, me pusieron un collarín, fui a rehabilitación, y ya está. O
eso creía yo…
Unos meses después, comenzó a
dolerme mucho la espalda, me despertaba por las noches del dolor, no podía
estar mucho tiempo de pie (parecía que me estuvieran partiendo la espalda,
literalmente), notaba una rigidez impresionante, sobre todo al levantarme de la
cama, en la zona lumbar. Pero tampoco dolía siempre, así que yo pensaba que me
había pasado trabajando, que estaba cansada, y que eso al final, era una
secuela que me había quedado del accidente de tráfico. No le consulté al médico
de digestivo nada sobre este asunto hasta hace unos meses, cuando el dolor era ya
importante. En fin, que me descuidé, y
no me imaginé ni de asomo, que lo que estaba ocurriendo podía ser por la EII… Según
los médicos todo parece indicar que es una sacroileitis secundaria al Crohn,
así que habrá que hacer más pruebas!
Cuando Mª Mar se puso en contacto
conmigo yo no había asimilado todavía esta nueva noticia y no me sentía capaz
de escribir nada sobre el tema. En este momento, este nuevo bache esta
superado; en breve comenzaré con Humira, con la esperanza de que, por fin este
tratamiento acabe con mis dolores.
Creo que esta iniciativa de la
asociación es muy buena idea, y puede beneficiarnos a todos. Poco a poco, os
iré enseñando en qué puede ayudarnos la fisioterapia (a todos vosotros, no solo
a los que tenemos alguna afectación articular). Intentaré que conozcáis los
aspectos más importantes de las manifestaciones articulares más frecuentes de nuestra
enfermedad, pero sobre todo, intentaré daros consejos, complementos al
tratamiento farmacológico que hagan mejorar vuestra calidad de vida y sobre
todo, que os hagan sentir mejor. Así, podréis ver que la fisioterapia puede
ayudarnos y hacer que “el bicho” pese un poco menos… Algunos de estos consejos, los daré como
profesional, otros muchos, también como enferma, ya que he tenido que recurrir
a muchos de ellos. Intentaré mostraros de forma lo más clara y sincera posible
a qué tipo de terapias podemos recurrir para mitigar un poco nuestros dolores. Podréis realizar preguntas, consultar vuestras
dudas... e intentaré solventarlas de la forma más clara posible.
De momento, no me queda nada más,
que deciros que estoy muy ilusionada realizando este proyecto, y que espero que
los consejos y aclaraciones os ayuden de verdad, al igual que un día me
ayudaron a mí las experiencias y los consejos de Eli, Amparo, Mª Mar y Anabel,
a quienes les doy las gracias por la ayuda que me ofrecieron con sus palabras.
Y ahora sí, me despido, pero
¡hasta pronto!
Beatriz Lagullón Regos
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